Diccionario argentino: Jerga de jerga porteña

Teoría sin rigor científico que expresa que en aquellos varones en estado de celibato o abstinencia sexual continua y prolongada por distintos motivos (muy feos, sucios, tímidos, ratones con el dinero, etc.), la secreción seminal producto de tal estado no derrama totalmente por el pene sino que una parte minúscula se incorpora al torrente sanguíneo y brega por alcanzar el cerebro del individuo. En ese lugar y con el paso del tiempo y el ingreso de otras minúsculas partículas de semen tienden a agruparse y fundirse en un gran bolo al que se denomina lácteo por su similitud con la leche. Tal bolo lácteo tiene movilidad constante pero circunscrita al lugar donde se originó. En ese deambular continuo y asimétrico roza y presiona distintas partes del cerebro que afectan generalmente mal al individuo que lo padece y que se manifiestan en cambio de conductas o hábitos. Las mas comunes es se vuelve mas pelotudo, mas libidinoso, más egocentrista, mas intolerante, etc. Es decir una mierda de persona. Cabe consignar que a resultas de la movilidad de ese llamado bolo lácteo puede dejar de afectar una parte del cerebro y presionar sobre otra. Como ejemplo digamos que puede dejar de ser un pelotudo y convertirse en un gran cagador del prójimo y así sucesivamente. La frecuencia de estos cambios se asocia principalmente al tamaño del bolo. Esta patología o síndrome es de mucho cuidado, ya que afectaría a muchos funcionarios, políticos, comunicadores sociales, empresarios, boluders y otros.

Expresión que se utiliza para advertir a aquellos que manifiestan un ego superlativo, el peligro que sufren al perderlo o desvalorizarlo.

Expresión que tiene su origen en el dicho en latín “Mulier Caesaris non fit suspecta etiam suspicione vacare debet” “La mujer del César no solo debe ser honrada, sino parecerlo” y apunta a señalar que quien es honesto en sus convicciones y procedimientos debe además reafirmarlos en su conducta.